Este miércoles, en un momento que muchos consideran crítico, Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, se plantó ante el Parlamento Europeo y lanzó un mensaje claro: Europa está en lucha. No se trata solo de palabras vacías; es un grito de alerta sobre las divisiones internas que amenazan con paralizar a nuestro continente.
Con la sala llena de eurodiputados atentos, Von der Leyen planteó preguntas que resuenan en nuestra realidad: «¿Tiene Europa el estómago para esta lucha? ¿Contamos con la unidad y la voluntad política para avanzar juntos o preferimos seguir enfrascados en peleas internas?». Es una inquietud legítima que nos toca a todos, porque el futuro está en juego.
La urgencia de una nueva Europa
A medida que avanzaba en su discurso, la conservadora alemana dejó claro que estamos lidiando con desafíos serios: desde los devastadores conflictos en Gaza hasta los bombardeos rusos sobre Ucrania. No podemos quedarnos parados esperando a que las tormentas pasen sin más. Las líneas de batalla para un nuevo orden mundial ya se están trazando y necesitamos estar preparados para luchar por nuestro lugar en él.
No es un mundo amable; aquí reinan las ambiciones desmedidas y guerras imperialistas. Von der Leyen lo dejó bien claro: “una nueva Europa debe emerger”. Es vital que podamos decidir nuestras relaciones con aliados viejos y nuevos, siempre con la libertad necesaria para elegir nuestro propio destino. La fortaleza está dentro de nosotros, aunque a veces parezca escondida entre las disputas y desacuerdos.