Las noticias que llegan desde la Franja de Gaza son desgarradoras. Las autoridades gazatíes han confirmado, con un dolor palpable, que ya son más de 400 personas las que han muerto por hambre, entre ellas más de 140 niños. En solo un día, se reportaron cinco muertes adicionales debido a la desnutrición y el hambre aguda, lo que eleva aún más este trágico balance.
Un grito desesperado por ayuda
El Ministerio de Sanidad gazatí ha hecho eco de esta situación crítica en un comunicado, subrayando que estos fallecimientos son consecuencia directa de la ofensiva israelí y las estrictas restricciones impuestas a la entrega de ayuda humanitaria. La hambruna se ha convertido en una realidad insoportable desde que la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria declaró a Gaza como zona crítica. ¡Es hora de parar! Esta situación no puede seguir así.
No podemos quedarnos callados mientras se cuentan historias de familias desmoronadas, donde los más pequeños son los primeros en caer ante esta crisis humanitaria. Según los datos recopilados desde agosto, al menos 126 personas, incluyendo 26 niños, han perdido la vida debido a esta penuria alimentaria. ¿Hasta cuándo vamos a permitir esto?
A medida que el conflicto se intensifica desde el 7 de octubre, tras los ataques palestinos, las cifras son escalofriantes: ya suman más de 64.600 muertos palestinos. La comunidad internacional observa con preocupación, pero ¿qué acciones reales están tomando para frenar este desastre? Es fundamental exigir respuestas y soluciones inmediatas.