MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) – En un giro inesperado que sacude la política japonesa, el primer ministro Shigeru Ishiba ha decidido tirar la toalla este domingo. Y es que las críticas hacia su gestión no han cesado y las divisiones dentro de su partido, el Partido Liberal Demócrata (PLD), se han hecho cada vez más evidentes. Durante una rueda de prensa repleta de tensión, Ishiba lamentó la pérdida de la mayoría parlamentaria y respondió a los llamamientos insistentes de sus propios compañeros que pedían su renuncia.
“Siempre he dicho que decidiré qué hacer en el momento oportuno”, comentó con una mezcla de resignación y determinación. “Ahora que las negociaciones arancelarias con Estados Unidos están avanzando, creo que este es el momento adecuado para dar paso a la próxima generación”, añadió, según recoge el diario The Japan Times.
No obstante, su decisión llega tras una derrota aplastante en las elecciones a la Cámara Alta. A pesar de todo, Ishiba aseguró que cumplirá con su deber hasta que se designe a un nuevo líder. Un desenlace triste para muchos, pero necesario en medio del caos político.