BRUSELAS, 6 Sep. – En un giro que ha sorprendido a muchos, el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, ha mostrado su satisfacción por la orden ejecutiva firmada por Donald Trump el pasado viernes. Esta decisión consagra un acuerdo arancelario entre Europa y Estados Unidos, aunque es cierto que no se menciona el trasfondo tenso generado por las recientes amenazas del magnate republicano tras la multa millonaria impuesta a Google.
El mes pasado, Bruselas y Washington sellaron un pacto en el que los productos europeos exportados a EE.UU. estarán sujetos a un arancel general del 15%. Sin embargo, hay excepciones importantes: el acero y el aluminio siguen bajo un gravamen del 50%. La comunicación escrita de Trump para aplicar este nuevo marco ha sido vista por Sefcovic como “un paso crucial”. Según él, esto “allana el camino” para reducir los aranceles sobre coches y piezas también al 15% y asegura exenciones clave en este límite.
Un avance con matices oscuros
Sefcovic no se ha quedado callado en redes sociales; afirma que “cumpliendo juntos los compromisos podemos lograr beneficios duraderos para ambas partes”. Pero claro, todo esto se presenta como un gran avance en medio de una tormenta. Las nuevas amenazas de Trump sobre represalias tras la sanción de 2.950 millones a Google por prácticas abusivas han creado una atmósfera pesada. Y eso sin contar cómo el presidente ha vinculado esa multa con otras acciones “discriminatorias” contra empresas estadounidenses. En fin, ¿qué nos espera en esta relación llena de altibajos?