En un giro inesperado de los acontecimientos, Australia ha concedido asilo político a Ted Hui, el exdiputado y activista de Hong Kong que decidió dejar su tierra natal hace cuatro años. Su motivo no era otro que escapar del puño de la controvertida Ley de Seguridad Nacional que se impuso en 2020, una ley que ha sido utilizada para silenciar voces críticas y reprimir las protestas por la democracia en 2019.
Hui lo anunció con emoción en su Facebook, compartiendo que tanto él como su esposa, hijos y padres han recibido esta buena noticia del Ministerio del Interior australiano. Pero no solo se alegra por su familia; también pide que esta mano amiga se extienda a otros valientes activistas que siguen siendo perseguidos por el régimen chino. “No quiero ser el único”, dice Hui, recordándonos que la lucha por la libertad no termina aquí.
Un contexto complicado
A pesar de la decisión australiana, el Ministerio de Exteriores no ha confirmado oficialmente su caso. Sin embargo, han dejado claro que deben respetarse los derechos humanos y libertades en Hong Kong. Es un tema candente: las autoridades australianas ya habían levantado la voz antes, manifestando su preocupación ante los actos de acoso e intimidación sufridos por Hui y otro compatriota, Kevin Yam. Ambos fueron objeto de amenazas anónimas en territorio australiano donde les ofrecían recompensas por información sobre ellos.
A medida que seguimos viviendo este drama entre naciones y principios básicos de libertad, recordamos que detrás de cada noticia hay vidas humanas luchando contra un sistema opresor. La historia de Ted Hui es un claro ejemplo de valentía frente a la adversidad; una historia que nos invita a reflexionar sobre lo frágiles que pueden ser nuestras libertades.