En un día que debería haber sido de esperanza, al menos nueve civiles palestinos han perdido la vida debido a los disparos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) durante un reparto de ayuda humanitaria en el norte de la Franja de Gaza. La situación es desgarradora y nos recuerda una vez más el sufrimiento que enfrentan muchas personas. Este trágico evento, reportado por fuentes locales a la agencia WAFA, se suma a una larga lista de incidentes violentos en puntos establecidos para distribuir asistencia, donde se ha creado un monopolio por parte de Israel que perjudica gravemente a organizaciones locales e internacionales, incluyendo a la ONU.
Una crisis alimentaria alarmante
El Ministerio de Sanidad gazatí, vinculado al grupo Hamás, ha lanzado una alarmante advertencia: 251 personas han muerto ya por hambre, 108 de ellos niños. Esta cifra incluye once víctimas más en las últimas 24 horas. Es inaceptable ver cómo el hambre devora vidas mientras los esfuerzos por ayudar son interrumpidos y manipulados. En medio del caos y la desesperación, cada número representa una historia truncada y sueños apagados.