En un momento en el que el conflicto en la Franja de Gaza se intensifica, Donald Trump ha hecho unas declaraciones que han levantado ampollas. Este jueves, el presidente de Estados Unidos expresó su deseo de que Israel permitiera la entrada de periodistas al enclave palestino. Lo curioso es que estas palabras llegan días después de una tragedia: el Ejército israelí mató a seis reporteros en un ataque dirigido contra una tienda para medios en la ciudad de Gaza. Un acto brutal que ha generado un fuerte repudio internacional.
Una voz desde el Despacho Oval
“Me gustaría que ocurriera”, dijo Trump sin tapujos, mostrando su intención de presionar a su aliado israelí. A pesar del peligro evidente al que se enfrentan los periodistas allí, él sigue esperanzado. Pero ¿acaso estas palabras son suficientes frente a la realidad? El ataque del pasado domingo dejó claro lo arriesgado que es ejercer el periodismo en esa zona; entre las víctimas estaba Anas al Sharif, un reconocido reportero cuyo trabajo le valió el Premio Pulitzer.
A esto se suma la justificación del Ejército israelí, alegando que Al Sharif tenía vínculos con Hamás, algo rotundamente negado tanto por él como por su cadena, Al Yazira. La situación ya era tensa antes de estos sucesos y solo se ha agravado tras las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien prometió permitir más acceso a periodistas extranjeros justo antes del ataque.
Las cifras son escalofriantes: las autoridades gazatíes reportan al menos 237 muertos entre profesionales de los medios desde octubre de 2023; Naciones Unidas eleva esa cifra a más de 242. En medio de este caos informativo y humano, nos preguntamos: ¿hasta cuándo seguirá esta lucha sin tregua?