La escena está servida. Este 15 de agosto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, están en camino hacia Alaska para lo que promete ser un encuentro histórico. Desde 2018 no se veían las caras y esta vez, el telón de fondo es nada menos que la delicada situación en Ucrania.
Una parada estratégica antes del gran momento
Putin ha hecho una pequeña escala en Magadán, en el extremo este de Rusia. Mientras tanto, su vuelo final lo llevará a Anchorage. Su portavoz, Dimitri Peskov, ha comentado que aprovechará para reunirse con autoridades locales y visitar una fábrica. Una manera de dejar claro que también está al tanto de los asuntos internos mientras se prepara para este cónclave tan esperado.
No se queda atrás Trump, quien despegó desde la Base Conjunta Andrews a primera hora del día en su imponente Air Force One. Antes de volar hacia lo desconocido de este encuentro con Putin, el magnate republicano dejó caer un mensaje cargado de expectación en su red Truth Social: “¡Apuestas elevadas!” No hay duda de que ambos líderes son conscientes del peso que lleva cada palabra y cada decisión en sus manos.
La Casa Blanca ha programado la reunión para arrancar a las 11:00 hora local (21:00 peninsular en España), comenzando con un cara a cara entre ambos. Luego vendrá una conversación más amplia con las delegaciones de sus respectivos países. Y tras toda esa tensa espera, se espera que ambos ofrezcan una rueda de prensa conjunta donde seguramente tratarán temas candentes.