MADRID, 15 Ago. (EUROPA PRESS) – Este viernes, el fiscal general de Washington D.C., Brian Schwalb, ha dado un paso al frente y ha decidido impugnar la orden ejecutiva que firmó Donald Trump para tomar las riendas de la Policía local. «Estamos ante una de las amenazas más serias a la autonomía del Distrito de Columbia y no nos quedaremos de brazos cruzados», afirmó Schwalb con determinación. Según él, esta maniobra del Gobierno federal es un claro abuso de poder.
Una afrenta a los derechos ciudadanos
«El control del Gobierno Federal sobre D.C. no es absoluto», subrayó en su comunicado, dejando claro que ninguna administración había intentado algo así en más de 50 años sin contar con el visto bueno del Ayuntamiento local, que está bajo el mando demócrata. Para Schwalb, esto no es solo una cuestión política; representa una «afrenta a la dignidad y autonomía de 700.000 estadounidenses», mientras pone en riesgo la seguridad tanto de los residentes como de los visitantes en nuestra capital.
Por si fuera poco, Pam Bondi, la fiscal general de Estados Unidos, decidió nombrar al director de la DEA, Terry Cole, como nuevo comisionado de la Policía de Washington. Y todo esto ocurre justo cuando Trump justifica el despliegue masivo de efectivos de la Guardia Nacional diciendo que es necesario para combatir una criminalidad supuestamente elevada. Sin embargo, la alcaldesa Muriel Bowser ha dejado claro que no hay datos oficiales que respalden esas afirmaciones.