En el calor de la política internacional, Donald Trump no se ha quedado callado. Desde Washington, este miércoles dejó claro que está ansioso por una segunda reunión a tres bandas con Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, tras su reciente encuentro en Alaska. «Si la primera va bien, quiero que haya otra muy pronto», dijo con esa seguridad que lo caracteriza. Se nota que tiene ganas de más acción diplomática.
Expectativas y advertencias
Pero no todo es tan sencillo. El magnate republicano apuntó que esta nueva cita podría no llevarse a cabo si ambos líderes no obtienen las respuestas que buscan. «Hemos tenido una conversación muy buena», comentó sobre la videoconferencia donde también participaron otros líderes europeos. Sin embargo, Trump fue claro al afirmar: «habrá consecuencias» si Putin se niega a frenar los combates en Ucrania después de su charla en Alaska. La tensión está en el aire.
A medida que se acerca el próximo encuentro, los líderes europeos han establecido cinco prioridades clave: un alto el fuego inicial es esencial, asegurarse de que Zelenski tenga voz en la mesa de negociaciones y tejer esas conversaciones dentro de una estrategia más amplia entre el Atlántico. El canciller alemán Friedrich Merz fue contundente al subrayar la importancia del respeto por las fronteras y las garantías de seguridad para Kiev ante cualquier futura agresión rusa.