MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) – En una desgarradora noticia que nos deja sin palabras, al menos 20 migrantes han fallecido en un naufragio frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa. Las primeras informaciones hablan también de entre 15 y 20 desaparecidos, sumando esta tragedia a la larga lista de horrores que enfrentan quienes buscan una vida mejor. Este suceso se produjo a unas 13 millas al suroeste de la isla, justo antes de que los servicios de rescate pudieran llegar a tiempo.
La embarcación volcó, dejando solo a 60 supervivientes afortunados que fueron rescatados, mientras otros tantos se hundieron en las aguas del Mediterráneo. Filippo Ungaro, portavoz de ACNUR, ha compartido su “profunda angustia” por lo que ya se convierte en un enésimo naufragio. Esta organización humanitaria no solo ha comenzado a ayudar a los sobrevivientes; también lanza un grito desesperado para que los gobiernos abran más vías legales para migrar.
Una crisis que sigue sin freno
No podemos ignorar que hasta ahora, este año han perdido la vida alrededor de 675 migrantes y refugiados en esas mismas aguas del Mediterráneo central. Y eso sin contar el último hundimiento. La realidad es cruda y requiere nuestra atención inmediata; cada cifra representa una historia truncada y unos sueños ahogados. Es momento de reflexionar sobre lo que realmente está pasando y cómo podemos contribuir para cambiar este doloroso relato.