MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) – En un giro inesperado pero muy esperado, las autoridades venezolanas han decidido excarcelar a la activista Martha Lía Grajales, quien fue arrestada durante una manifestación en Caracas. Esta protesta era un clamor en apoyo a los familiares de los presos políticos y, sin duda, su caso resonó tanto que llegó hasta los oídos de Naciones Unidas y diversas ONG que defienden los Derechos Humanos.
Su marido, Antonio González, compartió la noticia en un vídeo por Instagram, donde emocionado anunciaba que Martha había salido de la cárcel alrededor de las 21.00 (hora local) del martes gracias a lo que él llama una «medida sustitutiva» a su encarcelamiento. En sus palabras, agradeció profundamente la movilización y el apoyo tanto dentro como fuera de Venezuela. «Sin esta solidaridad», dice con fervor, «no hubiera sido posible».
Una victoria parcial pero llena de incertidumbre
A pesar de este respiro momentáneo, Antonio no se olvida del contexto sombrío que rodea este proceso judicial que califica como «arbitrario». Con voz firme advierte: el camino aún no está claro ya que las autoridades chavistas pretenden acusar a su esposa de «delitos que no cometió»; recordemos que hace tan solo dos días la Fiscalía confirmó cargos por incitación al odio y conspiración con un gobierno extranjero.
Volker Turk, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, había exigido previamente la liberación inmediata de Grajales mientras permanecía en paradero desconocido por varias horas. El Comité por la Libertad de los Presos Políticos también denunció cómo fue forzada a subirse a una camioneta gris sin placas justo después de participar en esa manifestación frente al Tribunal Supremo.
No cabe duda: la presión internacional ha sido clave en este desenlace parcial; incluso Amnistía Internacional solicitó su libertad así como el respeto absoluto por sus derechos durante todo el proceso judicial. La lucha sigue y nosotros estaremos atentos a cada paso.