MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) – Hoy, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha dado un golpe sobre la mesa al anunciar restricciones de visados para funcionarios de varios países africanos y americanos, entre ellos Brasil. ¿La razón? Su colaboración con las misiones médicas del Gobierno cubano, que Washington califica como «trabajo forzoso». En un comunicado revelador, se afirma que estos profesionales son «alquilados» a precios desorbitados y que la mayor parte del dinero se queda en La Habana.
El impacto en Brasil y más allá
Pero no se queda ahí. Las autoridades estadounidenses han decidido revocar visados e imponer limitaciones a ciertos miembros del Gobierno brasileño y exfuncionarios de la Organización Panamericana de Salud (OPS), argumentando que están complicidad con el sistema cubano mediante el programa Mais Médicos. Según afirman, utilizaron la OPS como un intermediario para esquivar los requerimientos constitucionales brasileños y evadir las sanciones impuestas a Cuba, todo mientras pagaban al régimen lo que corresponde al personal médico.
Rubio ha señalado específicamente a dos funcionarios: Mozart Julio Tabosa Sales y Alberto Kleiman, quienes trabajaron en el Ministerio de Sanidad brasileño durante este programa. La oficina diplomática ha subrayado que este plan no solo llena los bolsillos del corrupto régimen cubano sino que también priva a los cubanos de atención médica básica. Además, han prometido tomar medidas más severas para erradicar este «trabajo forzoso», instando a los gobiernos a remunerar directamente a los médicos por sus servicios en lugar de alimentar a los explotadores del régimen.
Por último, Rubio ha hecho un llamado claro: todos aquellos países que defienden la democracia y los derechos humanos deben unirse contra estos abusos del régimen cubano. “Estados Unidos está comprometido en apoyar al pueblo cubano en su lucha por la libertad y dignidad”, concluyó.