En un giro que no deja de sorprender, el jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Eyal Zamir, ha dado luz verde a un plan que expande las operaciones militares en la Franja de Gaza. Esta decisión llega en medio de un mar de críticas y dudas, incluso desde su propio entorno. Zamir había mostrado su desacuerdo con la estrategia del Gobierno encabezado por Benjamin Netanyahu, llegando a tener enfrentamientos directos con el ministro de Defensa, Israel Katz.
Un camino lleno de tensiones
A pesar de sus reservas iniciales, este miércoles confirmó que tras discutirlo con la cúpula militar y otros representantes, aceptó lo que él mismo describió como “la idea central” del nuevo enfoque. Durante la reunión, no olvidó recalcar la necesidad urgente de mejorar la preparación y disposición de las tropas. También mencionó la importancia de convocar reservistas para poder llevar a cabo estas acciones futuras sin dejar a los soldados exhaustos.
El pasado viernes, el Gobierno israelí anunció una nueva fase en esta operación militar en Gaza. Una medida que ha suscitado una ola de condenas por parte de gran parte del mundo, salvo Estados Unidos. Y es que el distanciamiento entre Zamir y el núcleo duro del Ejecutivo parece ir en aumento. Además, se suma otro conflicto entre él y Katz respecto al nombramiento de mandos militares; esto se complica aún más con las recientes declaraciones del ultraderechista Itamar Ben Gvir pidiendo públicamente su destitución si no renuncia a ciertos oficiales asociados con lo que él considera un “grupo conspirativo”.