En un contexto de creciente tensión en Ecuador, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha hecho un llamado urgente a las autoridades del país para que protejan la «independencia» del Tribunal Constitucional. Esta petición surge en medio de una marcha liderada por el presidente Daniel Noboa, quien salió a las calles para manifestar su rechazo a lo que considera una inaceptable intromisión de los jueces en la política gubernamental.
Un desafío directo al poder judicial
Noboa, con chaleco antibalas y rodeado de altos mandos como el ministro del Interior y el titular de Defensa, encabezó la protesta desde el puente del Guambra. En esta movilización, no dudó en expresar su descontento ante la reciente decisión del Constitucional, que suspendió temporalmente varios artículos clave de leyes promovidas por su administración. “No podemos permitir que nueve personas entronadas vengan y nos tiren abajo las leyes que pueden garantizar nuestra seguridad”, afirmó Noboa con vehemencia, instando a sus compatriotas a manifestarse pacíficamente.
Este pronunciamiento judicial ha desatado una ola de reacciones críticas. La ministra de Gobierno y el presidente de la Asamblea se presentaron junto a fuerzas policiales y militares para rechazar rotundamente esta suspensión, lo cual ha alimentado aún más las críticas provenientes de organizaciones como Human Rights Watch. En tiempos donde la defensa de los derechos humanos se encuentra en juego, estas tensiones reflejan un panorama complejo y preocupante para la democracia ecuatoriana.