MADRID, 9 Ago. – El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha mostrado su satisfacción tras la firma de una declaración conjunta de paz entre Armenia y Azerbaiyán, un hecho que podría marcar un antes y un después en sus tensas relaciones. Este acuerdo, sellado por el presidente azerí Ilham Aliyev y el primer ministro armenio Nikol Pashinyan, es visto como un hito para normalizar un conflicto que ha durado demasiado tiempo.
Un llamado al diálogo y la confianza
Guterres no se ha cortado en elogiar este compromiso, resaltando el valor del diálogo constante y del fomento de la confianza entre ambos líderes. En su comunicado, su portavoz Stéphane Dujarric destacó también los esfuerzos realizados por el expresidente Trump para impulsar este proceso. Sin duda, estamos ante una oportunidad dorada para construir algo significativo.
En términos concretos, ambas naciones han acordado establecer buenas relaciones vecinales basadas en la inviolabilidad de las fronteras internacionales y en que no se puede recurrir a la fuerza. Pero eso no es todo; el documento también establece como condición esencial garantizar “la conectividad sin obstáculos” entre Azerbaiyán y su República Autónoma de Najicheván mediante territorio armenio.