En un giro inesperado de los acontecimientos, el acuerdo firmado en la Casa Blanca por los líderes de Armenia y Azerbaiyán ha dejado claro quién se lleva la mejor parte. Este pasado viernes, mientras el mundo miraba, se estableció un corredor crucial que conectará Azerbaiyán con su exclave de Najicheván a través del sur de Armenia. Esta ruta histórica, conocida como el corredor de Zangezur, ahora lleva una nueva etiqueta: la Ruta Trump para la Paz y la Prosperidad Internacional.
Un golpe maestro para Estados Unidos
Este movimiento no es solo una victoria diplomática; es una jugada maestra que otorga a Estados Unidos derechos exclusivos para desarrollar este corredor de 43 kilómetros en la región armenia de Syunik. Y lo que es más, esta vía facilitará el comercio con Turquía, consolidando aún más a Azerbaiyán como un nodo comercial vital en el Cáucaso Sur. El presidente Trump ya insinuó que estos derechos podrían durar hasta 99 años. Menuda forma de establecerse en un terreno tan disputado.
No podemos ignorar las repercusiones que esto tiene para Irán y Rusia. El acuerdo podría complicar mucho las cosas para Teherán, limitando su acceso al Cáucaso Sur. Mientras tanto, Rusia observa desde las sombras; su influencia en la región parece tambalearse. Konstantin Zatulin, subdirector de Asuntos Internacionales del Parlamento Ruso, no se cortó al señalar que este pacto podría significar “la expulsión de Rusia del Cáucaso” y dejarles con una base militar en Armenia colgando de un hilo.
A pesar de todo esto, el primer ministro armenio Nikol Pashinián se muestra cauteloso al afirmar que no todo está perdido para Moscú. Según él, este proyecto podría ofrecer a Armenia una conexión ferroviaria con Rusia tras tres décadas sin ella. “Quizás Rusia esté interesada en restaurar nuestros ferrocarriles”, dice Pashinián esperanzado.
Aún nos queda por ver cómo se desarrollará esta historia, especialmente después de disolver oficialmente el Grupo de Minsk —la entidad mediadora del conflicto por Nagorno-Karabaj— y eliminar restricciones militares estadounidenses impuestas hace años sobre Azerbaiyán.