MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) – La noticia ha caído como un jarro de agua fría. En la localidad de Brital, al este de Líbano, las autoridades han confirmado la muerte de al menos una persona tras un ataque realizado por el Ejército israelí. El bombardeo, que tuvo lugar este martes, impactó directamente sobre un vehículo y fue corroborado por el Ministerio de Sanidad libanés a través de la agencia estatal NNA.
Un conflicto sin fin
Este municipio se encuentra en la gobernación de Baalbek, muy cerca de la frontera con Siria. Israel, por su parte, aún no ha admitido su responsabilidad en este ataque y justifica sus acciones bajo el argumento de que lucha contra el partido-milicia chií Hezbolá. Sin embargo, esta excusa no convence a nadie; tanto desde Beirut como desde el grupo libanés han criticado abiertamente estas agresiones, que también han sido condenadas por Naciones Unidas.
A pesar del acuerdo alcanzado en noviembre de 2024 para cesar las hostilidades y retirar tropas del sur del país, Israel sigue manteniendo cinco puestos militares dentro del territorio libanés. Este hecho es motivo de gran descontento entre las autoridades locales y los miembros de Hezbolá, quienes exigen urgentemente el fin de esta ocupación. La situación es compleja y cada vez más tensa; lamentablemente, la historia parece repetirse en un ciclo interminable donde los ciudadanos son los que más sufren.