En medio de una tensión internacional que no da tregua, Rusia ha hecho un anuncio que resuena como un eco inquietante. Este 5 de agosto, desde Madrid, nos llega la confirmación de que el país liderado por Putin está listo para desplegar misiles de corto y medio alcance si así lo considera necesario. ¿Y qué ha llevado a esta decisión? La reciente finalización de la moratoria nuclear sobre este tipo de armamento, una medida que estaba vigente gracias al tratado INF firmado con Estados Unidos en 1987.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, fue claro al respecto: «Rusia ya no está limitada de ninguna manera en este asunto». Eso suena fuerte, ¿verdad? Él asegura que Rusia tiene todo el derecho a tomar las medidas adecuadas en caso de necesidad. Aunque también dejó caer que es «poco probable» que se hagan anuncios inmediatos sobre estos despliegues. Según él, hay cuestiones relacionadas con la defensa que son especialmente delicadas.
Las tensiones aumentan
Este giro en la política rusa llega justo después de un aviso alarmante desde Moscú: ya no consideran que estén sujetos a las restricciones previas y denuncian un aumento en el despliegue de misiles estadounidenses tanto en Europa como en Asia-Pacífico. Recordemos que Washington decidió salir del Tratado INF en 2019 debido a la negativa rusa a desmantelar sus polémicos misiles SSC-8.
Aquí estamos, entonces, ante una nueva fase donde los ecos de la guerra fría parecen resurgir entre las potencias nucleares. ¿Qué más necesitamos para darnos cuenta del peligro inminente?