El pasado 30 de julio, un grupo de colonos israelíes lanzó un ataque contra un vehículo diplomático ruso que circulaba por la zona de un asentamiento ilegal en Cisjordania. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, no ha dudado en calificar este hecho como «particularmente desconcertante e inaceptable», señalando que ocurrió con la complicidad del personal militar israelí presente. ¿Cómo es posible que en una situación tan delicada, los encargados de mantener la paz no hicieran nada para detenerlo?
Una violación grave y alarmante
Este incidente ha dejado claro que las tensiones siguen al alza. El vehículo diplomático, que llevaba matrícula oficial y transportaba a empleados de la misión rusa ante la Autoridad Palestina, sufrió daños mecánicos y fue objeto de amenazas verbales. Zajarova destaca que esto no solo es una falta de respeto hacia Rusia, sino también una grave violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. En ella se estipula que el Estado anfitrión debe garantizar la inviolabilidad de los bienes diplomáticos.
Además, desde el 7 de octubre del año pasado, más de 980 palestinos han perdido la vida debido a ataques del Ejército israelí y acciones violentas por parte de colonos. Este escenario desolador nos hace reflexionar: ¿qué está ocurriendo realmente en esta región? Ante tanta violencia e impunidad, es fundamental seguir exigiendo responsabilidades y buscar soluciones justas.