En Bruselas, el 5 de agosto, la Unión Europea ha tomado una postura firme. Este martes, rechazó de plano cualquier intento de «cambios demográficos y territoriales» en Gaza. ¿La razón? El respeto por el Derecho Internacional es lo primero. Esto ocurre en un momento delicado, cuando el Gobierno de Benjamin Netanyahu contempla la posibilidad de ocupar toda la Franja como parte de su ofensiva militar.
La portavoz de Exteriores del bloque, Anitta Hipper, fue clara: «Hemos sido contundentes al manifestar nuestro rechazo a cualquier intento que busque cambiar la situación demográfica territorial en Gaza, incluyendo esa ocupación israelí». Es más, subrayó que Gaza debe ser un pilar del futuro Estado palestino. En sus palabras hay un eco claro: Hamás no debería tener ningún rol en el futuro gobierno ni en la seguridad de Gaza.
Una situación crítica
A medida que esta semana avanza, se espera que el gabinete de Netanyahu se reúna para decidir si intensifica su ofensiva contra la Franja. Los medios israelíes apuntan a que están listos para expandir sus acciones y tomar control total del territorio costero palestino. Pero aquí no acaba todo; sobre los esfuerzos israelíes por mejorar las condiciones humanitarias en Gaza tras el acuerdo alcanzado hace casi un mes con la UE, Hipper observó algunos «episodios positivos», aunque advirtió que «queda mucho por hacer» y que las medidas actuales son totalmente insuficientes.
A pesar del deterioro humanitario constante, la UE sigue atenta a los acontecimientos sobre el terreno. Se mantienen las negociaciones con Israel para acceder a Gaza y obtener información directa sobre lo que realmente está sucediendo allí. Sin embargo, aún no hay resultados concretos que comunicar.