En un emotivo giro de los acontecimientos, la coalición internacional que lucha por la repatriación de los niños ucranianos ha lanzado un llamamiento claro y contundente a Rusia: ¡queremos a nuestros niños de vuelta ya! Esta petición no es solo una formalidad; es un grito desesperado para que esos pequeños regresen a sus familias sin más dilaciones. En este contexto, España se une a una lista creciente de naciones que abogan por el bienestar de estos menores, quienes han sido arrancados brutalmente de su hogar en medio del conflicto.
Un compromiso inquebrantable con la infancia
A través de un comunicado conjunto, los países firmantes han reafirmado su compromiso indiscutible con la protección de todos los niños afectados por esta invasión militar, que claramente no tiene justificación alguna. “Es imperativo que como comunidad global, nuestra prioridad sea garantizar que ningún niño se convierta en un instrumento más en esta guerra”, han enfatizado. No estamos hablando solo de números; hablamos de vidas humanas llenas de sueños y esperanzas.
Durante una reunión reciente en Estambul, Ucrania presentó una lista inicial alarmante: 339 menores deportados o trasladados forzosamente. Este no es solo un dato frío; son niños que han sufrido las consecuencias del conflicto sin tener culpa alguna. Los países miembros ven esto como una oportunidad crucial para que Moscú demuestre su buena fe.
Las autoridades rusas tienen ahora la responsabilidad urgente de actuar con celeridad respecto a esa lista presentada. Es fundamental garantizar el retorno inmediato e incondicional a sus familias y comunidades en Ucrania. Además, se exige información clara sobre el paradero y bienestar actual de cada uno de estos niños, así como acceso libre para las organizaciones humanitarias encargadas de velar por sus derechos.
No podemos permitir que la identidad y el futuro de estos menores sean alterados. Cambios en su ciudadanía o adoctrinamientos ideológicos son prácticas inadmisibles. Así lo han manifestado no solo España, sino también otros países como Alemania, Argentina y Francia entre muchos más, todos ellos unidos bajo un mismo objetivo: la protección y restitución inmediata de estos inocentes a sus hogares.