En un giro crucial para la política de Bangladesh, el primer ministro interino, Mohamed Yunus, ha hecho un anuncio que está marcando la pauta: el país celebrará sus primeras elecciones desde la sorpresiva huida de Sheij Hasina a India hace justo un año. Este acontecimiento se produce en medio de una conmoción social sin precedentes, donde las movilizaciones estudiantiles y las protestas populares dejaron una estela trágica con cerca de 1.400 vidas perdidas según informes de Naciones Unidas.
Yunus, durante su emotivo discurso televisado con motivo del primer aniversario del ‘Levantamiento de julio’, ha afirmado: «Estamos dando el primer paso hacia un futuro más democrático. En breve me pondré en contacto con el comisionado electoral para organizar las elecciones nacionales en febrero de 2026, antes del inicio del Ramadán». Con estas palabras busca inspirar a la ciudadanía a participar activamente en este proceso electoral que promete ser clave.
La celebración y la memoria colectiva
Ayer, Bangladesh no solo recordó su pasado reciente; también lo celebró como un día festivo nacional. La jornada estuvo llena de actividades políticas y culturales, con líderes de distintos partidos unidos bajo el mismo techo y miles de personas marchando por las calles exigiendo cambios significativos.
No podemos olvidar que Sheij Hasina enfrenta graves acusaciones: crímenes contra la humanidad por las muertes ocurridas durante las protestas antigubernamentales que terminaron con su largo mandato. Aún así, los ecos del descontento social resuenan fuertemente en cada rincón del país y muchos ciudadanos anhelan construir lo que han denominado como un ‘Nuevo Bangladesh’. Así es como se siente el pulso político actual: una mezcla entre esperanza y lucha constante por la justicia.