En un giro que nadie esperaba, Hamás y Yihad Islámica han decidido dar la campanada al calificar la reciente visita de Steve Witkoff, el enviado de Trump, a la Franja de Gaza como una farsa mediática. Este movimiento no es más que una cortina de humo para desviar la atención sobre el devastador saldo de más de mil palestinos muertos a manos del Ejército israelí durante las caóticas entregas de ayuda por parte de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF). Una organización que ha sido cuestionada en múltiples ocasiones y que ha visto sus puntos de distribución transformarse en auténticas trampas mortales.
La respuesta contundente de Hamás
Hamás no se ha quedado callado. En su comunicado afirman que esta visita es solo un intento por engañar a la opinión pública, pulir la imagen desgastada de la ocupación y ofrecer cobertura política mientras continúan asesinando a niños y civiles inocentes. La GHF, alabada por Witkoff, se presenta como un instrumento más dentro de una estrategia cruel que busca perpetuar el genocidio en Gaza. “No vamos a dejar las armas hasta ver reconocido nuestro Estado”, afirma Hamás, dejando claro que mientras haya ocupación, habrá resistencia.
Y es que Witkoff, quien hace apenas unos días hablaba ante familias israelíes con rehenes en manos palestinas sobre una posible “desmilitarización”, recibió otra dura respuesta. Desde Hamás se afirma rotundamente que eso no sucederá hasta lograr un Estado palestino soberano e independiente con Jerusalén como capital. Es un reclamo nacional legítimo, respaldado incluso por normas internacionales.
No solo Hamás se pronuncia; Yihad Islámica también hizo sentir su voz al señalar que esta visita llega en medio del creciente clamor mundial contra las atrocidades cometidas en Gaza. La consideran un “show” montado sobre el escenario de un crimen donde el verdadero culpable intenta hacerse pasar por salvador. Un claro indicativo del papel activo que juega Estados Unidos como cómplice directo en esta máquina asesina.