En un giro de acontecimientos que no deja a nadie indiferente, Israel ha decidido deportar a dos activistas españoles, Santiago González Vallejo y Sergio Toribio. Estos valientes defensores de los derechos humanos habían estado detenidos desde que el Ejército israelí interceptó el barco ‘Handala’, que se dirigía hacia la Franja de Gaza con un cargamento de ayuda humanitaria. Este operativo ha desatado una oleada de reacciones en nuestro país.
Una historia que no debería olvidarse
La organización Adalah, dedicada a la defensa de los Derechos Humanos en la región, informó que esta mañana los activistas fueron trasladados al aeropuerto de Tel Aviv, acompañados por otros tres miembros del ‘Handala’. Entre ellos se encontraban Braedon Peluso y Frank Romano, ciudadanos estadounidenses y franceses respectivamente, así como Vigdis Bjorvand de Noruega. Todos ellos regresarán a España hoy mismo.
No obstante, otros activistas como Christian Smalls y Hatem Aouini aún permanecen tras las rejas y se espera que sean deportados este jueves. La situación llegó al punto en que Dan Poraz, el encargado de negocios israelí en España, fue convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores para afrontar las críticas por estas detenciones arbitrarias. Los propios activistas habían comenzado una huelga de hambre para protestar contra su arresto.
A pesar del ofrecimiento inicial para ser deportados rápidamente, Santiago y Sergio decidieron enfrentarse al sistema judicial israelí. En medio del proceso, varios tripulantes del barco denunciaron haber sufrido “violencia física y verbal”, lo cual añade más presión sobre la ya tensa relación entre ambos países. El ‘Handala’, con 21 personas a bordo, fue abordado a menos de 100 kilómetros de la costa gazatí mientras intentaba romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel.