El pasado sábado, las autoridades portuguesas se encontraron ante una situación surrealista que nadie esperaba. Un vuelo que hacía la ruta desde las Islas Azores hacia Bilbao tuvo que aterrizar de emergencia en Lisboa, todo por una falsa amenaza de bomba. ¿Quién se atreve a jugar con la seguridad de los demás así?
Un acto irresponsable que generó caos
La Policía Judicial no tardó en actuar y detuvo a una persona acusada de haber provocado este caos. Según han informado fuentes cercanas al caso, el detenido será presentado ante el tribunal para responder por su temeraria conducta. Desde SATA Azores Airlines nos aclaran que tras una inspección minuciosa del avión y el equipaje, la amenaza fue descartada como válida. Sin embargo, el susto ya estaba hecho.
Después del revuelo y una exhaustiva revisión por parte de las autoridades competentes, se ha dado luz verde para reanudar las operaciones aéreas. La aerolínea incluso ha reprogramado el vuelo Lisboa-Bilbao para esa misma noche con 111 pasajeros listos para continuar su viaje. Pero no todos pudieron seguir adelante; los dos individuos implicados en esta historia lamentablemente no podrán abordar el avión.
Es difícil entender cómo alguien puede llegar a pensar que poner en riesgo la vida y tranquilidad de tantos es un juego divertido. La comunidad merece más respeto y responsabilidad.