BRUSELAS, 27 de julio. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente estadounidense, Donald Trump, han logrado llegar a un acuerdo que podría poner fin a su larga disputa comercial sobre los aranceles. Este pacto se ha alcanzado este domingo en Turnberry, Escocia, y ha sido recibido como un respiro por muchos. Después de todo, la amenaza del mandatario estadounidense de imponer un 30% de aranceles a las exportaciones europeas estaba más cerca de hacerse realidad cada día que pasaba.
Un acuerdo necesario
No podemos olvidar que desde abril pasado ya enfrentábamos una carga del 10% en nuestras exportaciones hacia Estados Unidos; inicialmente parecía que sería del 20%, pero Trump decidió rebajarla como gesto para abrir camino al diálogo. Sin embargo, lo cierto es que aún no conocemos los detalles específicos del nuevo acuerdo.
En las conversaciones previas, Trump dejó claro que no esperaba que los aranceles comerciales impuestos por Europa fueran inferiores al 15%. Una noticia que ya había hecho sonar las alarmas en Bruselas. Y aunque se espera avanzar en diversos frentes comerciales, parece que los productos farmacéuticos quedarán fuera de esta negociación porque según Trump “tenemos que fabricarlos en Estados Unidos”.
Así estamos, tratando de encontrar soluciones mientras otros temas continúan acaparando titulares: desde manifestaciones pidiendo dimisiones hasta tragedias personales. Lo único claro es que este acuerdo es una pequeña luz en medio del conflicto comercial y nos deja preguntándonos si realmente se podrán resolver nuestras diferencias o si solo será un parche temporal.