El panorama en Cisjordania se vuelve más sombrío cada día. Este miércoles, el Ejército de Israel anunció que ha matado a dos palestinos en lo que ellos catalogan como un intento de ataque con bombas incendiarias. La escena se desarrolló en una carretera cerca de la localidad de Al Jader, al sur de Belén, donde las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron haber identificado a «varios terroristas» lanzando cócteles molotov hacia vehículos civiles.
En un comunicado, el Ejército no dudó en justificar su actuación: «Han disparado contra los terroristas y han abatido a dos de ellos», afirmaron con frialdad. Pero lo alarmante es que este tipo de acciones ya han dejado más de 930 palestinos muertos desde el 7 de octubre del año pasado. Sí, habéis leído bien: más de novecientos muertos. Mientras tanto, las fuerzas israelíes aseguraron que sus tropas seguirán operando sin descanso para garantizar la seguridad en la región.
Cifras escalofriantes tras el aumento del conflicto
Pero las estadísticas no mienten y son realmente escalofriantes. En 2024, se registraron casi 500 fallecimientos, y solo este año hemos llegado a contar más de 120 muertes relacionadas con la ocupación y los constantes enfrentamientos. La situación sigue siendo crítica y cada número representa una vida perdida.
No podemos mirar hacia otro lado mientras estas tragedias continúan sucediendo. La realidad es dura y nos toca a todos reflexionar sobre lo que está ocurriendo en esta parte del mundo. Es fundamental recordar que detrás de cada cifra hay historias humanas; personas cuyas vidas han sido desgarradas por la violencia.