¡Qué alegría para los parisinos! Después de más de 100 años, el río Sena ha abierto sus puertas al nado. Este emocionante regreso se debe a las arduas tareas de limpieza que comenzaron con la llegada de los Juegos Olímpicos del año pasado. Desde el pasado 5 de julio, cientos de bañistas se han lanzado a las aguas del emblemático río, disfrutando del frescor en tres zonas habilitadas: Bras Marie, justo frente a la isla de Saint-Louis; Bercy, cerca de la Biblioteca Nacional; y Grenelle, frente a la Isla de los Cisnes, a un paso de la Torre Eiffel.
Reglas claras para un baño seguro
Sin embargo, no todo es tan sencillo como tirarse al agua. El Ayuntamiento ha establecido ciertas condiciones para poder disfrutar del baño. Para empezar, hay que tener al menos 14 años y medir un mínimo de 1,40 metros. Y no olvidemos lo más importante: ¡la boya de seguridad es obligatoria! Además, siempre habrá socorristas presentes para garantizar que todo transcurra sin problemas.
Aunque estas áreas son seguras para nadar, el resto del río sigue siendo una zona prohibida debido a su impredecible naturaleza y las inclemencias meteorológicas. La alcaldesa Anne Hidalgo estuvo presente en este momento histórico y lo calificó como un paso vital hacia la revitalización del Sena. Las zonas habilitadas estarán disponibles hasta el 31 de agosto, así que ¡aprovechemos este regalo antes que se acabe!