En un giro inesperado de los acontecimientos, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, ha hecho un anuncio que ha resonado en todo el mundo: ha dado por concluida la «guerra» con Israel. Este mensaje llegó apenas horas después de que entrara en vigor un alto el fuego promovido por Donald Trump. Según Pezeshkian, este acuerdo es fruto de la «valiente resistencia» de Irán ante lo que él considera un ataque injustificado por parte del país hebreo.
Un conflicto impuesto y una victoria histórica
Pezeshkian no se ha cortado al acusar a Israel de lanzar «ataques terroristas» bajo pretextos falsos, distorsionando así las verdaderas intenciones diplomáticas que Irán había intentado plantear para evitar malentendidos, especialmente en relación a su desarrollo nuclear. Aunque no oculta los daños y las pérdidas humanas sufridas en su país, se muestra convencido de que el resultado ha sido «histórico», ya que Israel fracasó en sus objetivos y demostró el elevado costo de cualquier aventura bélica contra Irán.
El mandatario también ha querido enviar un mensaje claro a los países vecinos: Teherán busca la «coexistencia» y la estabilidad. Su compromiso es firme; respetarán este alto el fuego siempre que Israel no lo vulnere. En estos días, Pezeshkian ha estado muy activo hablando con líderes regionales para reafirmar esta postura pacifista. La esperanza está puesta en una paz duradera entre hermanos musulmanes.