El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, ha salido a la luz con noticias escalofriantes sobre las instalaciones nucleares en Irán. Las fuerzas israelíes y el Ejército de Estados Unidos han lanzado un ataque sin precedentes que ha dejado marcas profundas en lugares clave como Fordo, Natanz e Isfahán.
Grossi no se ha andado con rodeos al afirmar que hay «impactos» en las instalaciones subterráneas de Fordo, una de las metas principales de este operativo bélico. A pesar del gran despliegue militar y los bombardeos que se han registrado, el OIEA aún no puede determinar con precisión el daño real causado. Sin embargo, él mismo ha admitido que podría haber sido significativo.
Destrucción en Natanz y Isfahán
La situación es crítica. En Natanz, la superficie está completamente arrasada. Grossi lo describe como un escenario desolador, recordando que ya había sido blanco de ataques previos por parte de Israel. Además, las instalaciones subterráneas parecen haber sufrido graves daños debido a cortes eléctricos provocados por los bombardeos.
A su vez, Isfahán no se queda atrás; esta instalación también ha recibido su buena dosis de misiles Tomahawk estadounidenses y ha reportado daños significativos. La incapacidad para obtener información clara sobre el estado actual del programa nuclear iraní complica aún más la situación.
No podemos olvidar que detrás de estos ataques hay una historia compleja, donde la política internacional juega un papel crucial. Mientras tanto, el OIEA continúa lamentando la falta de comunicación por parte de Irán respecto a su programa nuclear. Al final del día, todos nos preguntamos: ¿hacia dónde nos llevará todo esto?