En una reciente charla que nos hace reflexionar, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha hecho comparaciones impactantes entre la situación de Brasil tras su victoria electoral y la devastación que sufre Gaza. En un episodio del podcast Mano a Mano, Lula no se cortó y expresó: «Cuando miro hacia Gaza, me doy cuenta de que encontramos un Brasil semidestruido». Afirmó con contundencia que lo vivido en su país fue resultado de una destrucción premeditada, algo que no se puede ignorar.
Una sombra del pasado
El líder brasileño, refiriéndose a su predecesor Jair Bolsonaro, dijo claramente que este no quería ningún ministerio que pudiera ayudar a organizar a la sociedad. Esta crítica directa revela el profundo descontento con las políticas pasadas. Y es que Bolsonaro, inhabilitado hasta 2030 por sus ataques al sistema electoral, ya no será un rival en las próximas elecciones.
Lula tiene claro su objetivo para 2026: si la salud se lo permite, ¡irá a por todas! Se siente seguro de ganar independientemente de quién esté en la acera opuesta. «Pueden decir lo que quieran», afirmó con convicción, «pero quien quiera ganarme tendrá que estar más en la calle y hablar más con la gente». Su desafío está lanzado; ¿serán capaces los candidatos conservadores de cumplirlo? Uno de ellos es el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freita, quien podría ser uno de sus oponentes en esa segunda vuelta tan esperada.