En la fría madrugada del lunes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han llevado a cabo una serie de ataques aéreos que han dejado una huella profunda en el oeste de Irán. Con un despliegue impresionante, los aviones de combate israelíes han arrasado decenas de instalaciones dedicadas al almacenamiento y lanzamiento de misiles. No hay duda, la situación está candente.
Una respuesta no esperada
Pero esto no se quedó ahí. La noche terminó con un torrente de misiles lanzados desde Irán hacia territorio israelí, lo que confirma que ambos lados están jugando con fuego. Según el Ejército israelí, estos ataques estaban dirigidos a desmantelar infraestructuras clave del régimen iraní, incluyendo bases para vehículos aéreos no tripulados y lanzamisiles tierra-aire.
Y mientras todo esto ocurría, las FDI también se encargaron de interceptar alrededor de 30 drones provenientes del suelo iraní. Sin embargo, la contraofensiva fue feroz: cerca de 50 misiles fueron disparados por parte de las Fuerzas Armadas iraníes en diferentes tandas. Tristemente, uno de esos proyectiles hirió levemente a cinco personas en un aparcamiento israelí. Las noticias son preocupantes; la violencia parece no tener fin.