En un escenario internacional cada vez más tenso, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha hecho un llamamiento claro y directo a Irán. Desde Kananaskis, donde asiste a la cumbre del G7 en Canadá, Trump aseguró que Teherán tiene voluntad de negociar, instándoles a «sentarse antes de que sea demasiado tarde». Esta declaración llega justo después de los bombardeos israelíes sobre objetivos militares y medios de comunicación iraníes que comenzaron la semana pasada.
Trump no se anduvo con rodeos: «Quieren hablar, pero deberían haberlo hecho antes. No están ganando esta guerra y es crucial que inicien conversaciones ya», afirmó con firmeza. También dejó claro su apoyo incondicional a Israel, destacando que «siempre hemos estado al lado de ellos» y subrayando el buen momento por el que atraviesa actualmente el país hebreo.
Silencio ante preguntas sobre intervención militar
A pesar del interés de los periodistas por saber si Estados Unidos podría involucrarse militarmente en este conflicto, Trump esquivó la pregunta sin titubear: «No quiero hablar de eso». Su respuesta deja en el aire muchas incógnitas sobre los próximos pasos que tomará su administración en relación con esta delicada situación.