En un tenso panorama que sigue evolucionando, Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, ha reafirmado este lunes que su Fuerza Aérea «controla el cielo de Teherán». Esta declaración se produce en medio de una serie de bombardeos que comenzaron el pasado viernes, con un claro objetivo: destruir los programas nuclear y balístico de Irán. Sin embargo, la respuesta de Teherán no se ha hecho esperar y ha lanzado cientos de misiles y drones hacia territorio israelí.
Un conflicto en escalada
Las cifras son alarmantes: las autoridades israelíes han reportado ya 24 muertos y cerca de 600 heridos como resultado de estos ataques. Entre ellos, hay al menos diez personas en estado grave. Mientras Netanyahu defiende sus acciones en la red social X, asegurando que las fuerzas israelíes atacan solo objetivos del régimen iraní y no a civiles, las voces desde Irán cuentan otra historia. Han denunciado la muerte de muchos inocentes, incluidos niños.
El primer ministro subraya que esta situación marca un «cambio total» en la campaña militar contra Irán. Asegura que están «en camino» para lograr sus objetivos, aunque muchos se preguntan a qué costo humano. En total, se han identificado 30 lugares impactados por proyectiles iraníes, y se estima que alrededor de 370 misiles balísticos han sido lanzados desde Teherán.
La tensión sigue creciendo a medida que ambos lados intensifican sus ataques; Israel apuntando a altos cargos militares e instalaciones nucleares en Irán mientras recibe respuestas contundentes por parte del régimen persa. Sin duda, nos encontramos ante un conflicto con ramificaciones complejas que nos afectan a todos.