En un giro inesperado de los acontecimientos, Francia, Alemania y el Reino Unido han decidido tender la mano a Irán. En medio de una situación tensa tras las recientes operaciones del Ejército israelí en territorio iraní, Emmanuel Macron ha dado un paso al frente. El presidente francés, en una conversación telefónica con su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, le ha instado a regresar a la mesa de negociaciones.
Una invitación cargada de esperanza
Macron no ha dudado en afirmar que este diálogo es “el único camino viable hacia la paz”. Con la sombra de un conflicto latente sobre sus cabezas, tanto él como otros líderes europeos están convencidos de que deben actuar antes de que sea demasiado tarde. El ministro de Exteriores alemán, Johann Wadephul, se suma al llamado durante una entrevista, subrayando que están listos para sentarse y discutir el programa nuclear iránico sin más dilaciones.
Aquellos tiempos dorados del acuerdo nuclear de 2015 parecen lejanos; después de que Estados Unidos decidiera retirarse unilateralmente bajo la administración Trump, las esperanzas se desvanecieron. Sin embargo, Europa ha mantenido una postura firme y ahora busca recuperar esa conexión perdida. Pero no todo son buenas intenciones; Irán ha expresado sus dudas sobre la sinceridad europea tras haber visto cómo se alineaban con Washington.
Durante esta conversación crucial, Macron también aprovechó para pedir por dos ciudadanos franceses detenidos en Irán y exigió garantías sobre la seguridad del personal diplomático francés en el país. Un recordatorio más de que la diplomacia tiene múltiples capas y siempre está llena de matices.
A pesar de esta oferta conciliadora, las tensiones persisten. Irán ha criticado abiertamente el apoyo alemán a Israel, sugiriendo que podría ser hora de reflexionar sobre decisiones pasadas. En palabras del portavoz iraní de Exteriores: “Quienes han estado en el lado equivocado de la historia deberían guardar silencio”. La pregunta ahora es si habrá voluntad política suficiente para transformar estas palabras en acciones concretas que lleven a un desenlace más pacífico.