En la oscura madrugada del pasado viernes, un estruendo sacudió el aire en varias ciudades de Irán. El Ejército de Israel desató una serie de ataques que no solo dejaron a la población atónita, sino también un saldo trágico: al menos nueve muertos y más de cien heridos. Entre las víctimas se encontraba el general Hosein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, cuyo fallecimiento fue confirmado por la propia IRGC.
Las palabras del portavoz de las Fuerzas Armadas iraníes resonaron con fuerza: “Varios comandantes han sido martirizados” y, sin dudarlo, prometió que Israel pagará un alto precio por lo sucedido. A pesar del dolor y el caos, aseguró que no había motivo para preocuparse; el régimen sionista sería enfrentado con firmeza. “Se han atacado zonas residenciales”, denunció, subrayando así la humillación que siente su país ante lo que califican como un ataque cobarde.
Reacciones internacionales y promesas de defensa
No solo Irán ha reaccionado. Desde Estados Unidos, Marco Rubio se apresuró a desvincular a su Administración del ataque israelí, describiéndolo como una acción unilateral, aunque admitió que Israel les había informado sobre la necesidad de protegerse. Las tensiones en esta región parecen estar lejos de calmarse.
A medida que las noticias continúan desarrollándose, nosotros seguimos atentos a cada detalle. La situación sigue siendo crítica y este conflicto nos recuerda cuán frágil es la paz en Oriente Medio.