El pasado 13 de junio, desde Madrid, nos llegan noticias inquietantes. El Ejército de Israel ha confirmado que Irán ha lanzado misiles en el marco de una escalada de hostilidades que no parece tener fin. Todo esto sucede tras los bombardeos israelíes dirigidos a varias instalaciones críticas e incluso nucleares en territorio iraní.
En un mensaje compartido en sus redes sociales, las Fuerzas de Defensa de Israel han alertado sobre estos lanzamientos, asegurando que sus sistemas de defensa están en plena alerta para interceptar cualquier amenaza. La situación es tan tensa que ya han recomendado a la población israelí permanecer en «áreas protegidas hasta nuevo aviso» mientras se prepara para el contraataque iraní.
Alarmas y caos en Tel Aviv
No fue un día cualquiera: durante una rueda de prensa del portavoz del Ejército, Effie Defrin, las alarmas antiaéreas comenzaron a sonar en Tel Aviv, interrumpiendo su discurso y recordando a todos lo frágil que es la paz en esta parte del mundo.
Parece que la situación solo va a empeorar. Mientras tanto, los ecos de otros conflictos se sienten lejanos pero presentes: Reino Unido advierte sobre las bajas masivas que Rusia está sufriendo en Ucrania. Y aquí estamos nosotros, observando cómo las tensiones geopolíticas vuelven a salir a la superficie.