MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) – Hoy, en un nuevo capítulo de la compleja historia entre Rusia y Ucrania, hemos sido testigos de otro intercambio de prisioneros. Tras una reunión reciente en Turquía, ambas naciones han decidido dar un paso adelante, aunque los detalles sobre cuántas personas están involucradas siguen siendo un misterio.
Un alivio para los más vulnerables
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha compartido que este canje incluye a soldados gravemente heridos y enfermos. “Todos ellos requieren tratamiento médico y sin duda recibirán la atención que necesitan”, ha afirmado con determinación. Su compromiso por “traer a casa” a aquellos que aún permanecen en manos rusas refleja una lucha constante por la vida y la dignidad humana.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso también ha confirmado el traslado a Bielorrusia de algunos militares para asegurarles atención médica y psicológica inicial antes de ser evacuados definitivamente a su país. Esta operación se desarrolla mientras ambos lados siguen intercambiando reproches sobre los compromisos no cumplidos desde su acuerdo del 2 de junio en Estambul.
Aunque el camino está lleno de obstáculos y desconfianza, hoy parece haber un rayo de esperanza para las familias afectadas por esta guerra interminable.