El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, no ha podido ocultar su indignación este martes al acusar a Rusia de llevar a cabo «uno de los mayores ataques» contra la capital ucraniana desde que comenzó esta pesadilla en febrero de 2022. Mientras el mundo observa con preocupación, él exige a la comunidad internacional acciones claras y contundentes, especialmente a Estados Unidos, que posee el poder necesario para obligar a Moscú a sentarse a negociar.
Un llamado urgente a la acción
“Los ataques rusos con misiles y drones ‘Shahed’ están ahogando los esfuerzos globales por encontrar una paz duradera”, afirmó Zelenski, quien describió otra noche de horror en Kiev. En lugar de un anhelado alto el fuego, se han desatado bombardeos masivos que han dejado huella. Hoy se habla de hasta 315 drones y siete misiles lanzados hacia Ucrania, incluyendo dos misiles balísticos fabricados en Corea del Norte. Pero lo más trágico es que una maternidad en Odesa ha sido alcanzada; dos vidas se apagaron ahí, sumándose al dolor ya existente.
Zelenski hizo hincapié en que “no podemos quedarnos callados ante estos horrores”. El líder ucraniano instó tanto a Estados Unidos como a Europa y al resto del mundo a ser firmes y actuar. “Es crucial que las palabras se traduzcan en actos concretos”, subrayó desde su cuenta oficial en la red social X. Y no le falta razón: mientras más voces reclamen un fin a esta guerra, más presión habrá sobre Rusia para escuchar.
La Fuerza Aérea ucraniana confirmó el uso extensivo de drones kamikaze y otras armas por parte rusa. Aunque lograron derribar 284 drones durante la ofensiva, los fragmentos siguen cayendo sobre el territorio nacional. La urgencia es palpable: “Defendamos el cielo. Juntos hasta la victoria”, concluyó Zelenski, dejando claro que la lucha por la libertad continúa.