En un día que se suponía festivo, la tragedia ha golpeado de lleno a Gaza. Este martes, al menos ocho personas, entre ellas cuatro niños, han perdido la vida en un ataque devastador del Ejército israelí. La víctima más joven no alcanzaba ni la adolescencia y se encontraba en el último piso del edificio que alberga las oficinas de Médicos del Mundo en Deir al Balá. El misil impactó de manera directa, dejando una estela de dolor y confusión.
Lo más angustiante es que, gracias a la festividad del Eid al Adha, conocido como la Fiesta del Sacrificio, no había personal de la ONG en el interior. No obstante, eso no quita el horror ante lo ocurrido. Un comunicado contundente señala que este ataque es una clara violación del Derecho Humanitario; ese derecho que debería proteger tanto a los civiles como a las organizaciones humanitarias que intentan hacer algo bueno en medio del caos.
Un edificio marcado por la inhumanidad
El momento fatídico ocurrió alrededor de las 11:00 horas locales. Un misil voló hacia un edificio que estaba “perfectamente identificado y registrado” por las autoridades militares israelíes. Sin embargo, nadie recibió ningún aviso para evacuar o tomar precauciones necesarias. Tras el ataque, cuando Médicos del Mundo trató de ponerse en contacto con las autoridades responsables para obtener alguna explicación sobre esta barbaridad, simplemente no hubo respuesta.
La zona donde ocurrió todo esto también alberga numerosas oficinas de ONG y acoge a muchas personas desplazadas por los constantes conflictos entre el norte y sur de Gaza. ¿Hasta cuándo seguiremos viendo estas atrocidades? Es hora de levantar la voz y exigir justicia para aquellos que solo buscan ayudar.