La noche se tornó en un dramático relato cuando el buque humanitario ‘Madleen’, que se dirigía con la esperanza de llevar ayuda a la Franja de Gaza, fue abordado por fuerzas militares israelíes. Esta tarde, después de un remolque incierto, la embarcación ha llegado finalmente al puerto de Asdod, donde los activistas enfrentan su incierto destino.
El Comité Internacional Rompamos el Bloqueo de Gaza y el grupo pro Derechos Humanos Adalah, que se han convertido en los defensores legales de los voluntarios, han confirmado esta llegada. Todo apunta a que los doce tripulantes del ‘Madleen’ serán trasladados a un centro de detención en Ramle antes de ser deportados. Según Adalah, alrededor de las 22:00 horas (hora local) recibieron la noticia preocupante: «todos están retenidos en Asdod y están siendo procesados para su entrega a las autoridades migratorias».
Una situación crítica para los activistas
La incertidumbre reina sobre el futuro inmediato de estos valientes. Aquellos que acepten ser deportados podrían volar desde Tel Aviv esta misma noche. Sin embargo, si deciden no irse, se les trasladará al centro de detención mencionado. «No está claro qué condiciones enfrentarán; nos preocupa lo que puedan exigirles», señalan desde Adalah.
Desde la organización internacional han denunciado enérgicamente que Israel continúa violando el Derecho Internacional sin mirar atrás. «Están ignorando órdenes claras para permitir acceso humanitario a Gaza y desoyendo las demandas globales para poner fin al bloqueo y a la violencia masiva», afirmaron con indignación.
Este barco, bajo bandera británica, fue asaltado cerca de Alejandría mientras intentaba navegar en aguas internacionales. Las tropas especiales israelíes abordaron el ‘Madleen’ tras varios intentos fallidos por hacerles cambiar su rumbo. A pesar del sobresalto inicial, desde Israel aseguraron que todos los pasajeros estaban ilesos y hasta ofrecieron sándwiches y agua durante el proceso.
A bordo viajaban reconocidas personalidades como Greta Thunberg, entre otros activistas internacionales comprometidos con una causa común: ayudar a aquellos que más lo necesitan.
No podemos quedarnos callados ante situaciones así; hay una lucha constante por visibilizar estas injusticias que afectan tanto a personas como comunidades enteras. El tiempo dirá qué pasará ahora con estos héroes anónimos.