En una jornada marcada por la tensión, el Ejército de Ucrania ha hecho eco de varios ataques a dos de las principales bases aéreas de Rusia: Engels y Diáguilevo. Estos lugares, ya en el punto de mira en anteriores ocasiones, vuelven a ser objetivo de la ofensiva ucraniana en medio del conflicto que asola la región. Según un comunicado del Estado Mayor ucraniano, se han atacado «varias instalaciones militares relevantes» como parte de medidas consideradas como preventivas.
Un fuego que no cesa
La base de Engels, situada en Saratov y conocida por albergar un gran número de aeronaves rusas, recibió un ataque durante la noche. Y no fue solo un simple aviso; también se reportaron incendios que los bomberos intentan controlar. Por otro lado, Diáguilevo, ubicado en Riazán y hogar habitual de cazas y aviones cisterna que atacan territorio ucraniano, también sufrió los estragos del bombardeo.
El mensaje es claro: el Ejército ucraniano ha dejado caer que estos ataques seguirán hasta lograr un cese total de la agresión contra su país. «Quedan cosas por venir», afirman con determinación desde las filas ucranianas. Así, mientras el conflicto continúa desgastando a ambos bandos, cada movimiento cuenta y cada ataque puede cambiar el rumbo del combate.