En un comunicado conmovedor, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dado la noticia que muchos temían y otros esperaban. Este jueves, anunció la recuperación de los cuerpos de Judih Weinstein y Gadi Haggai, dos rehenes que fueron secuestrados durante los aterradores ataques del 7 de octubre por parte del grupo Hamás. La operación se llevó a cabo en Jan Yunis, una zona al sur de la Franja de Gaza.
Un dolor compartido
Netanyahu utilizó su cuenta en X para expresar el profundo pesar que siente toda la nación: «Los cuerpos han sido devueltos a Israel», dijo con voz grave. A sus 70 y 72 años respectivamente, Judy y Gadi no solo eran una pareja; eran también parte del tejido vital de nuestra comunidad. «Ambos fueron asesinados y sus restos trasladados sin piedad a Gaza», agregó el primer ministro mientras ofrecía sus condolencias a las familias afectadas. Es un golpe duro que resuena en cada rincón del país.
Agradeció además al Ejército por lo que describió como una “ejecución exitosa” de esta delicada misión. Sin embargo, no se detuvo ahí: hizo hincapié en que no hay descanso ni silencio hasta conseguir la vuelta de todos los rehenes, tanto vivos como fallecidos. Y es que el dolor sigue latente; muchas familias aún esperan noticias sobre sus seres queridos.
El ejército israelí confirmó que esta operación fue realizada gracias a información precisa proporcionada por sus servicios de inteligencia y aseguró haber informado previamente a las familias involucradas antes del anuncio oficial.
Aunque se han recuperado estos cuerpos, el sufrimiento no termina aquí. Según las estimaciones actuales, más de 56 rehenes siguen siendo retenidos en Gaza, algunos con escasas posibilidades de estar vivos. En medio del caos generado por esta guerra desoladora ya son más de 54.600 muertos y 125.000 heridos en Gaza desde aquellos fatídicos ataques.