La situación en la región vuelve a estar al rojo vivo. En las últimas horas, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han llevado a cabo un ataque en el sur de Siria, marcando el regreso de una violencia que creíamos olvidada. Todo comenzó cuando se detectaron disparos desde territorio sirio, un hecho que ha hecho eco de forma alarmante y que representa el primer ataque desde hace un año, justo después del colapso del régimen de Bashar al Assad.
Un conflicto que no cesa
Las FDI han informado sobre su operación reciente: aviones de combate han atacado posiciones del régimen sirio en respuesta a estos lanzamientos. Como si esto fuera poco, han advertido claramente que consideran al Gobierno de Damasco como responsable directo por lo ocurrido. “Mientras haya hostilidades desde su territorio, asumirán las consecuencias”, aseguran rotundamente.
Apenas unas horas antes del ataque aéreo, las FDI habían ejecutado bombardeos con fuego de artillería cerca del río Yarmuk en la gobernación de Derá. La noticia se agrava con la activación de sirenas antiaéreas en asentamientos israelíes ocupados como Haspin y Ramat Magshim. Todo esto está llevando a los líderes israelíes a reafirmar su postura: “No permitiremos que este tipo de situaciones se repitan”.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha declarado abiertamente que el presidente sirio es considerado responsable por todos los ataques hacia Israel. “La respuesta completa llegará lo antes posible”, asegura Katz con firmeza. Por otro lado, el Ministerio de Exteriores sirio no ha tardado en reaccionar y condenó los bombardeos israelíes mientras cuestiona la veracidad del relato sobre los ataques: “Siria no es una amenaza para nadie”, afirman defensivamente.
No hay duda alguna: tanto unos como otros están atrapados en una espiral peligrosa donde cada movimiento puede ser interpretado como una provocación o una defensa legítima. Y así seguimos viviendo esta tensión casi cotidiana; mientras tanto, los Altos del Golán continúan siendo un punto candente tras haber sido arrebatados por Israel durante las guerras pasadas. Aquí estamos otra vez, presenciando cómo el conflicto sigue sin dar tregua y afectando a tantos inocentes en medio del ruido ensordecedor.