En un giro que ha dejado a muchos boquiabiertos, Geert Wilders, el líder del ultraderechista Partido por la Libertad (PVV), ha decidido dar un paso al frente y anunciar la salida de su formación del Gobierno de coalición en Países Bajos. Todo esto lo vincula directamente con la falta de acuerdo sobre su controvertido plan de asilo, que parece haber sido la gota que colmó el vaso.
Tan solo dos días antes, Wilders había amenazado con esta decisión si las autoridades no se ponían las pilas y cerraban las fronteras “lo antes posible”. En sus propias palabras, afirmó: “No se han firmado nuestros planes de asilo. No se ajusta al acuerdo de coalición. El PVV abandona la coalición”, lanzando este mensaje directo a través de su cuenta en X. Y así, lo que parecía una estabilidad política se desmorona, dejando al país ante la posibilidad de unas elecciones anticipadas.
Las raíces del conflicto
A lo largo de los últimos meses, Wilders no ha escatimado en críticas hacia lo que él considera una lentitud alarmante en implementar lo que denomina como “la política migratoria más estricta en la historia” desde su triunfo electoral en noviembre de 2023. El domingo pasado ya había dejado claro que si no se aprobaban rápidamente sus propuestas relacionadas con el asilo, él y su partido darían un portazo.
Su plan incluye medidas drásticas como el cierre total de fronteras para solicitantes de asilo y hasta la repatriación forzada de decenas de miles de refugiados sirios. Además, propone clausurar centros de asilo y poner fin a la reunificación familiar. ¡Una auténtica revolución! Y aunque cuenta con algo del apoyo del Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB), parte fundamental del actual gobierno junto al VVD y el NSC, parece que aún están lejos de alcanzar un consenso.
Así están las cosas en Países Bajos; entre tensiones políticas y promesas incumplidas, los ciudadanos observan expectantes cómo se desarrolla esta historia.