En un giro inesperado de los acontecimientos, las autoridades ucranianas han declarado que, durante un audaz ataque con drones realizado el domingo, han conseguido destruir al menos trece aviones rusos. La noticia, que llega en un momento crítico del conflicto, ha sido anunciada por Andri Kovalenko, jefe del Centro de Ucrania contra la Desinformación, quien no se ha andado con rodeos al afirmar en su cuenta de Telegram que ‘más aparatos sufrieron daños’ sin ofrecer más detalles.
Un golpe directo a la aviación rusa
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha revelado que estos ataques estaban dirigidos a la “aviación estratégica” rusa, esa misma que se utiliza para llevar a cabo bombardeos a larga distancia sobre suelo ucraniano. Según informes oficiales, los aeródromos atacados se localizaban en cinco regiones distintas del país vecino. Moscú no tardó en responder y confirmó los incidentes, describiendo lo sucedido como un “ataque terrorista” y admitiendo que varias aeronaves fueron consumidas por las llamas.
No obstante, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski no escatimó en palabras positivas hacia esta acción militar. En sus propias palabras, describió la operación como “brillante”, destacando que había ocasionado la pérdida de “más de 40 unidades de aviación estratégica” del enemigo. Para él y para muchos otros en Ucrania, estas pérdidas son consideradas “verdaderamente significativas”, completamente justificadas y merecidas tras meses de enfrentamientos constantes.