Desde el amanecer del lunes, la Franja de Gaza ha sido escenario de un dolor desgarrador. Al menos 55 palestinos han perdido la vida por los ataques israelíes, según informan fuentes sanitarias desde el terreno. En un bombardeo devastador, cinco civiles murieron en la vivienda de la familia Al Nadim, ubicada en una zona industrial al suroeste de Gaza, reporta la agencia Sanad.
Un ciclo sin fin de violencia
No queda ahí la tragedia. Otras 20 personas fueron asesinadas en Yabalia al Balad tras una serie de proyectiles que cayeron sobre varias casas. La situación es insostenible; trece almas más se apagaron en el sur del enclave, donde cuatro personas fueron tiroteadas cerca de un centro de distribución humanitaria israelí-estadounidense al oeste de Rafá. La ciudad de Gaza llora con otros 16 muertos y entre ellos se encuentra el alcalde de Al Bureij, cuyo coche fue alcanzado por las bombas.
El horror continúa y las cifras son escalofriantes: desde que comenzó esta ofensiva militar tras el ataque del 7 de octubre, ya son más de 54.500 los fallecidos. Esta realidad golpea con fuerza a una población que solo busca sobrevivir y encontrar paz en medio del caos.