Hoy es un día clave para Polonia. Desde las 7 de la mañana, los colegios electorales han abierto sus puertas, dando la oportunidad a alrededor de 29 millones de ciudadanos polacos de hacer oír su voz en esta segunda vuelta presidencial. En juego están dos candidatos que representan visiones radicalmente distintas: por un lado, el aliado del primer ministro, Rafal Trzaskowski, y por otro, el euroescéptico Karol Nawrocki.
La elección no solo es sobre quién será el próximo presidente; es un reflejo del futuro del país dentro de la Unión Europea frente a un resurgir del nacionalismo más extremo. Trzaskowski, actual alcalde de Varsovia y respaldado por Donald Tusk, logró captar el 31,36% de los votos en la primera ronda. Nawrocki le siguió de cerca con un 29,54%. La tensión está palpable hoy en las urnas, donde las encuestas muestran una ligera ventaja para Trzaskowski que podría no ser suficiente.
El último empujón hacia las urnas
A medida que avanza el día, ambos candidatos han estado trabajando a fondo para atraer esos votantes indecisos o incluso aquellos que apoyaron a otros rivales eliminados en la primera ronda. Las horas pasan y cada segundo cuenta mientras Polonia se prepara para cerrar los colegios electorales a las 21:00 horas. A partir de ese momento, la Comisión Nacional Electoral empezará a contar los votos y pronto conoceremos al nuevo líder del país.
No cabe duda de que este momento es crucial no solo para Polonia sino también para todos nosotros que observamos cómo se dibuja este mapa político tan complejo.