En un rincón del mundo donde la desesperanza parece reinar, las escenas de caos que hemos visto en los centros de distribución de ayuda en Gaza son un grito desgarrador. Esta semana, la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF) ha querido restar importancia a lo que muchos consideran una humillación. Las imágenes, captadas por el activista Ihab Hassan y difundidas por el diario ‘Times of Israel’, muestran a una multitud hambrienta lanzándose sobre la comida como si fuera su último recurso.
El portavoz de la GHF, que pidió permanecer en el anonimato, argumentó que se permitió a los palestinos coger los alimentos ellos mismos. ¿De verdad? ¿Es eso lo que consideramos ayuda humanitaria? Espera una distribución más ordenada cuando la desesperación sea aliviada… Suena a pura retórica vacía.
Críticas desde Todos los Frentes
Aunque Estados Unidos e Israel defienden esta iniciativa con el argumento de que evita que la ayuda caiga en manos del movimiento islamista Hamás, organizaciones no gubernamentales y Naciones Unidas han levantado la voz. Ellos advierten que la GHF está rompiendo todos los principios humanitarios al operar con contratistas de seguridad privados, respaldados por asistencia militar indirecta israelí.
¿Es esta realmente la manera de ayudar a quienes más lo necesitan? Queda claro que esta situación necesita un cambio urgente. Porque al final del día, lo único que estamos viendo es una puesta en escena cruel y deshumanizante.